Fue uno de los artistas más importantes del siglo XX y su obra y su legado siguen inspirando a distintas generaciones tras él. Joan Miró fue un creador revolucionario y alrededor de su obra gira la exposición permanente de Fundación MAPFRE, que se encuentra en su sede de Paseo de Recoletos, 23.
Inaugurado en 2016, el Espacio Miró es ya un lugar de referencia para el estudio del artista catalán en Madrid y muestra al público 65 obras del pintor, además de cuatro esculturas y un lienzo de Alexander Calder, también artista y gran amigo del catalán.
Aunque gran parte del volumen de obras pertenece a sus últimas décadas, todo su trabajo está representado, por lo que es fácil observar cómo volvía a las mismas temáticas desde distintas perspectivas, reinventándolas y dándoles un nuevo prisma.
Descubrir a Miró desde su Espacio es fácil gracias a los Martes Miró: ese día de la semana, distintos mediadores se encuentran en la sala para contar a los visitantes la exposición de forma personalizada y dinámica. El servicio es gratuito y está disponible de 11.30 a 13.30 y de 16.30 a 18.30 horas. De forma paralela, Fundación MAPFRE ofrece talleres para colegios y familias centrados en este Espacio Miró y dispuestos a descubrir todos los detalles de su obra.
Sus distintas caras
Y es que Miró está cargado de enfoques. Divertido y feliz en su oficio, pero también reflexivo hacia el arte y libre en su lenguaje, que analiza su propio trabajo y el devenir de este en el tiempo que dura su actividad.
Durante toda la muestra vuelven los motivos que han interesado al artista desde sus inicios, muchas veces en forma de reencuentro en sus últimas décadas. personajes, figuras femeninas, pájaros, motivos arabescos y japoneses, además de otras manifestaciones artísticas. la muestra propone un recorrido de la obra del pintor que evoluciona desde el detallismo de sus trabajos en sus primeros años hasta una mayor depuración y una actitud contemplativa características del final de su obra.
No solo cambia su manera de representar: también presenta nuevos enfoques desde un desafío a la pintura que le hacen introducirse en el collage, la escultura y el uso de materiales como planchas de zinc, masonita o contrachapado.
Es precisamente la unión de estas pautas la que marca el recorrido de la muestra, que se divide en cinco secciones diferenciadas.
Miró/Calder
Alexandrer Calder. Portrait of Joan Miró / Retrato de Joan Miró, c. 1930
Calder Foundation, New York/ represented by Visual Entidad de gestión de Artistas Plásticos (V.E.G.A.P.)
Madrid, Spain, 2019.
El escultor estadounidense Alexander Calder y Joan Miró se conocieron en París en diciembre de 1928. La amistad que les unió a partir de aquel momento y hasta el final de sus días se vio representada en las obras de ambos. El norteamericano, de hecho, afirmó a The New York Times en 1961: "Los investigadores te dirán que hay un poco de Miró en Calder y un poco de Calder en Miró".
Esa influencia se nota, entre otras cosas, en las esculturas del primero, que parece escribir en el espacio con formas bidimensionales identificables en el trabajo del catalán; como señalara una publicación experta en arte en 1936, "los móviles de Calder son como Abstracciones Vivientes de Miró". A partir de 1930, Calder realizó distintos retratos de alambre, entre ellos el de su amigo. Esta obra y todas las que se muestran en el Espacio de Fundación MAPFRE fueron regalos con los que el norteamericano obsequió al protagonista de la muestra.
El signo y el gesto
Joan Miró
Femme espagnole / Mujer Española, 27 de marzo de 1972
© Successió Miró 2019
Con las Constelaciones, Miró inaugura un nuevo modo de disponer distintas figuras en la superficie del cuadro. Esa colocación ejerció una influencia palpable en gran parte de los expresionistas abstractos norteamericanos como Jackson Pollock o Mark Rothko.
De esa tendencia, Miró recibió la gestualidad que puebla sus obras de gran formato en ejemplos como Mujer española (sobre estas líneas). En esta época el catalán introduce, el uso de distintos materiales y técnicas, como son la arpillera o los lienzos rasgados, que recuerdan al informalismo europeo Se muestra, en definitiva, a un Miró atento a lo que ocurría en su entorno artístico.
Mujeres, pájaros, estrellas
Joan Miró, Femme / Mujer, 3 de marzo de 1974
© Successió Miró 2019
El marcado vocabulario de signos visuales de Miró evolucionó desde el principio de su carrera artística hasta el final de su obra, sometido a numerosas revisiones, cambios y transformaciones, pero siempre con la misma intensidad.
Los motivos que repite no son desconocidos: mujeres, pájaros y estrellas; pero el pintor les concede una vida nueva. Funcionan como pretexto para estudiar la propia pintura, la gestualidad y el color. Así, el color negro y el trazo duro se alterna con formas curvas, manchas y dripping.
Por ejemplo, Personaje y pájaros, datado de 1969, muestra cómo influyó en el catalán el descubrimiento de la grafía oriental y el graffiti callejero, que se presentan en distintos momentos de su trabajo de forma paralela a la simplificación de sus motivos.
Las cabezas
Joan Miró. Personnage / Personaje, noviembre de 1977
© Successió Miró 2019
El proceso de depuración de las pinturas de Miró se hizo especialmente intenso a partir de los años sesenta, cuando despojó sus obras hasta dejarlas casi desnudas.
El comienzo de todo eso puede verse en trabajos como las numerosas cabezas presentes en esta sala. El término francés Personnages fue el elegido por el pintor para definir a esta suerte de monstruos. Criaturas extrañas que dejan entrever distintas características del ser humano. A veces inquisitivas y otras traviesas, oscilan entre el miedo y el humor como una mezcla que domina esta vertiente de su obra.
Desafío a la pintura
Joan Miró. Personnage dans un paysaje près du village /
Personajes en un paisaje cerca del pueblo, 5 de julio de 1965
© Succesió Miró 2019
Si hay algo que define a Miró eso es sin duda su conocido "desafío a la pintura". En la última parte de la exposición se recogen obras que se entienden mejor en conjunto alrededor de la célebre frase del artista, cuando aseguró que quería "asesinar la pintura".
Y es que esta afirmación tiene un doble sentido. Por un lado, se refleja en los materiales de desecho, como tablillas, resinas o pegotes, que se convierten en protagonistas de su obra; por otro, se deja ver en su intervención sobre obras de pintores desconocidos que encuentra en mercados populares, pintando sobre ellas, como muestra la obra que está sobre estas líneas, Personajes en un paisaje cerca del pueblo (1965), en la que se observa la mezcolanza en la técnica de ambos artistas.
DATOS ÚTILES
ESPACIO MIRÓ
Exposición permanente
Dónde: En la Sala Fundación MAPFRE Recoletos (C/ Recoletos, 23. Madrid)
Entradas: gratuita con la compra de la entrada a la exposición temporal. 3 euros individual.
Visitas guiadas: 5 euros
Todos los martes, Martes Miró, actividad de mediación en sala
Talleres familiares: sábados y domingos por la mañana.
Para más información: www.fundacionmapfre.org
Tfno.: 91.581.61.00
Bluemedia Studio para Fundación MAPFRE.