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Un llamamiento global a todos los sectores, entidades y personas particulares para conseguir que, dentro de una década, se mejore la vida de todos sin excepción, asegurando la prosperidad y garantizando la protección del planeta. Ese es el objetivo que acordaron alcanzar los más de 150 jefes de Estado y de Gobierno inivitados a la Cumbre de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y así ha quedado recogido en la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La meta es clara y los ámbitos en los que se debe actuar son amplios y cubren los aspectos esenciales para el desarrollo humano, como la sostenibilidad, la salud, el fin de la pobreza y la igualdad de género, entre muchos otros.
Una apuesta por la innovación, el respeto y el cuidado del medio ambiente en la que la industria farmacéutica se erige como uno de los sectores clave para hacer de los ODS una realidad.
A través del desarrollo de su trabajo, el sector contribuye especialmente a la consecución de seis Objetivos de Desarrollo Sostenible: Salud y bienestar; Igualdad de género; Trabajo decente y crecimiento económico; Industria, innovación e infraestructuras; Producción y consumo responsables y Alianzas para lograr los objetivos.
SALUD UNIVERSAL: UN COMPROMISO Y UN DERECHO
La industria farmacéutica es fundamental para mejorar la salud y garantizar el bienestar de los ciudadanos, el Obejtivo 3 de la Agenda 2030. Gracias a su actividad, se han logrado avances nunca antes vistos en el campo de la medicina, abordando las enfermedades más graves y prevalentes como con la hepatitis C, para la que se consiguió su cura.
En otras, se han controlado sus síntomas y la conversión de patologías mortales que ahora son dolencias crónicas, como con el sida, cuyos pacientes cuentan con una esperanza de vida equiparable al resto de la población.
Otra de las metas del tercer objetivo es lograr la cobertura sanitaria universal para 2030, con acceso a medicamentos y vacunas seguros, eficaces, asequibles y de calidad para todos. La Federación Internacional de la Industria Farmacéutica (Ifpma) tiene en cuenta este objetivo y busca fortalecer la atención primaria, investigar más y mejor en salud (donde la industria ya invierte 130.000 millones de euros en I+D cada año en todo el mundo) y mejorar el acceso a los tratamientos.
Asimismo, el sector contribuye a la investigación y el desarrollo de vacunas y medicamentos para las enfermedades que afectan especialmente a los países en desarrollo, para que sean más accesibles y asequibles.
Dentro de esta estrategia, las farmacéuticas están ejecutando "nuevos modelos de negocio inclusivos" en los países en desarrollo para llegar a las poblaciones con menos ingresos. Así lo refleja el un amplio estudio de la Fundación para el Acceso a los Medicamentos, que ha analizado las acciones de 20 de las mayores compañías farmacéuticas del mundo en los últimos años en 106 de estos lugares que, a su vez, acogen al 83% de la población global.
UN SECTOR IGUALITARIO EN TODAS LAS ÁREAS
El quinto Objetivo de Desarrollo Sostenible está dedicado a la consecución de la igualdad de género, para "asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública”. Un ámbito en el que la industria farmacéutica muestra su compromiso erigiéndose a la cabeza del tejido productivo.
Prueba de esta implicación es la alta presencia femenina en puestos directivos y la menor brecha salarial del conjunto de la economía española en el sector.
EMPLEO DIGNO, CLAVE DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO
"Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos". Así define el octavo ODS su meta, punto donde la industria farmacéutica se sitúa como líder en inversiones en I+D y en empleo de calidad.
Además, el sector es un gran impulsor de las economías desarrolladas, cumpliendo con otro de los apartados de este Objetivo de Desarrollo Sostenible, ya que logra "niveles más elevados de productividad económica mediante la diversificación, la modernización tecnológica y la innovación".
Con respecto al "trabajo decente", en España la industria presenta uno delos modelos de empleo de mayor calidad, estabilidad (un 94,2% de los puestos son indefinidos), alta cualificación (62,4% de titulados universitarios) y dedicación (solo el 1,5% de los indefinidos trabaja a tiempo parcial).
A su vez, a diferencia de las elevadas tasas de desempleo que afectan en España a los jóvenes, en el sector farmacéutico el empleo juvenil ha experimentado un crecimiento muy elevado en los últimos años, en concreto en el colectivo de menores de 30 años: uno de cuatro nuevos contratos (27,8%) corresponde a este núcleo de población.
I+D, EL FUTURO DE LA INDUSTRIA
En su novena meta, la Agenda 2030 se centra en el aspecto económico y productivo, remarcando el establecimiento de infraestructuras de calidad, el aumento de la investigación científica y la mejora de la capacidad tecnológica.
Con respecto a la financiación, la industria farmacéutica es responsable del 20,3% de la inversión en I+D del tejido industrial nacional, siendo el sector líder, beneficiándose durante los últimos cinco años de su crecimiento.
A la cabeza de las exportaciones de productos de alta tecnología también se sitúa el sector, con el 25% del total en España, de acuerdo con la Memoria anual de Farmaindustria.
UNA PRODUCCIÓN QUE RESPETA EL MEDIO AMBIENTE
"Fomentar el uso eficiente de los recursos y la energía, la construcción de infraestructuras que no dañen el medio ambiente, la mejora del acceso a los servicios básicos y la creación de empleos ecológicos, justamente remunerados y con buenas condiciones laborales”. Así consta el Objetivo 12 de la ONU, que busca lograr un consumo y producción sostenible.
Precisamente para proteger el medio ambiente, la industria farmacéutica en España cuenta con el sistema Sigre, una entidad sin ánimo de lucro centrada en el reciclaje y tratamiento medioambiental de envases y residuos de medicamentos.
Sigre reduce los perjuicios medioambientales mediante el correcto tratamiento y desecho de los residuos que el sector genera, además de que favorece que no se acumulen medicamentos en los hogares y sensibiliza a los ciudadanos sobre los riesgos sanitarios derivados del uso incorrecto de los mismos.
UNA INDUSTRIA QUE TRABAJA EN EQUIPO
Uno de los ámbitos más destacables para el sector queda reflejado en el objetivo 17 de la ONU, es la formación de alianzas para alcanzar metas conjuntas. Así, la rama de I+D dentro de la industria farmacéutica se realiza mediante una colaboración público-privada tanto en la etapa preclínica como en la clínica.
En estas fases, se desarrollan ensayos clínicos de la mano de hospitales y otros centros sanitarios en un marco internacional. En España, la mitad de los fondos dedicados a I+D por parte del sector se dedican a proyectos extramuros en colaboración con universidades, centros de investigación y hospitales públicos y privados.
Junto a estas acciones, el Convenio por la Sostenibilidad, el Acceso y la Innovación subraya la capacidad de la industria de alcanzar alianzas en materia de sostenibilidad económica y el acceso de los pacientes a la innovación.
Este Convenio, suscrito entre Farmaindustria y el Gobierno de España, está orientado al control presupuestario y se suma a las iniciativas y soluciones que tanto las administraciones sanitarias y compañías farmacéuticas han ido ideando en los últimos años.
Así, se establece que, si el gasto público en medicamentos crece más de lo que lo hace el PIB, la industria devuelve la diferencia. Se incorpora la innovación sin alterar las cuentas públicas, contribuyendo a un acceso equitativo de los medicamentos y asegura la sostenibilidad futura del sistema sanitario en España.
Proyecto realizado por BlueMedia Studio con el apoyo de Farmaindustria.