Farma-Biotech: Así es la cuna de la posible cura del cáncer y otras enfermedades

El programa de investigación biomédica impulsado por Farmaindustria fomenta, desde 2011, la colaboración entre start-ups de investigación y grandes farmacéuticas.


Una unión para salvar vidas 

 

Las curas del cáncer, del Alzheimer o de la Esclerosis Múltiple pueden estar gestándose en un pequeño laboratorio. Es una opción más que probable, pero se encuentra de frente con una realidad: la financiación es una de las barreras insalvables, esas que hacen que la mayoría de proyectos españoles se queden en una publicación dentro de una revista especializada y no lleguen nunca más allá del estudio.

Es un hecho tan frecuente que tiene nombre: Valle de la Muerte. Por él se precipitan muchos de los potenciales nuevos tratamientos. "Tenemos muy buena investigación académica, pero muchas veces falta dar el salto, avanzar un poco más los proyectos que salen de la academia y llegar al siguiente punto, en el que ya es más factible encontrar inversores externos", explica Antonio Gómez, senior scientific de Janssen Cilag

La compañía farmacéutica a la que representa, perteneciente a Johnson & Johnson, está basada en la investigación y la innovación y se sienta, junto a otras grandes empresas del sector, en la mesa de Farma Biotech. El programa de Farmaindustria, que acaba de celebrar su edición número 18, tiene como principal objetivo, desde su creación en el año 2011, poner en contacto a estos agentes con pymes y organismos públicos para sacar adelante proyectos que deriven en nuevos fármacos. En otras palabras: actuar como propulsor de la colaboración entre la industria farmacéutica y el mundo de la investigación biomédica.  

Farma Biotech es un programa que acerca la investigación de centros públicos y compañías biotech a empresas farmacéuticas capaces de financiar el avance de sus proyectos 

"Es muy importante acercar estos dos mundos desde el punto de vista de la colaboración público privada", explica Amelia Martín, responsable de la Plataforma de Medicamentos Innovadores de Farmaindustria. Como en otras ocasiones, este 29 de octubre todos los agentes se pusieron de nuevo en la mesa; unos, para presentar sus investigaciones -un total de siete- y obtener un posible acuerdo de colaboración; otros, para descubrir nuevos proyectos en los que invertir y hacer posible que la investigación siga su curso.

 "Acercar la investigación de centros públicos y pymes biotech a la industria farmacéutica es fundamental porque lo hacemos con una corresponsabilidad", apunta Martín. "Hay una financiación por parte de la industria que va al centro público y le permite seguir investigando". Es una gran forma de esquivar ese valle, de llevar adelante proyectos que podrían convertirse en los medicamentos del futuro. 

El empuje necesario

 

El Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla (IDIVAL) es una de las instituciones públicas que asisten al encuentro Farma Biotech. "En nuestro caso, nos permite presentar proyectos basados en propuestas de nuevos fármacos y con un marcado carácter innovador para que puedan ser conocidos y valorados por empresas farmacéuticas", explica Patricia Zorrilla, gestora de los proyectos de innovación. "Si conseguimos despertar su interés, puede suponer un punto de partida para iniciar una colaboración que nos permita seguir avanzando para que nuestros resultados de investigación puedan convertirse en la realidad, en un nuevo fármaco". 

Esa búsqueda de efectividad es la que hace que Farma Biotech seleccione investigaciones que cumplan dos requisitos: "Por un lado, buscamos proyectos con capacidad real de ofrecer un elevado potencial innovador para entrar en el programa", apunta Amelia Martín, de la Plataforma de Medicamentos Innovadores. "Por otro, es necesario que tengan expectativas de alcanzar un éxito comercial en el medio plazo". 

"Farmaindustria busca proyectos que tengan cierto grado de madurez: propiedad intelectual, datos in vivo...", explica Gómez, de Janssen Cillag. "Nosotros escuchamos las presentaciones de distintos proyectos, tenemos turno de preguntas y podemos establecer una primera colaboración", apunta. "Nuestro criterio apunta a que los proyectos sean innovadores, basados en ciencia robusta, que estén dentro de las áreas que trabajamos y tengan un grado de madurez suficiente". 

Y es que Farma Biotech, además de un escaparate de proyectos, es un importante punto de encuentro entre agentes que pueden llegar a desarrollar investigaciones desde sus puntos en común. "En estos encuentros hay muchos momentos de networking", apunta Amelia Martín. "Para un centro público es muy difícil estar tocando la puerta de las compañías farmacéuticas, que les abran, que les hagan caso...". 

La realidad es que este tipo de empuje significa, tanto para centros públicos como para pymes, un gran paso hacia el posible triunfo de sus proyectos. "Existen diferentes vías de colaboración en función del grado de madurez", explica Patricia Zorrilla. "La farma puede solicitar algún estudio específico, y para ello se puede firmar algún acuerdo de colaboración o contrato de servicios de investigación", cuenta. Y apunta que lo ideal termina "formalizando un contrato de licencia, para que la empresa farmacéutica pueda desarrollar el nuevo fármaco hasta ponerlo en el mercado". Por su parte, el centro de investigación es compensado con royalties por las ventas netas del producto en cuestión. 

En cuanto a campos de investigación, el abanico es amplio. "Hay especial interés en la oncología, el sistema nervioso central, las enfermedades raras o las infecciosas", numera Amelia Martín. En esta última edición se han tratado, entre otros, avances en tratamientos contra el cáncer, la hipertensión pulmonar o las vacunas.  

Patricia Zorrilla explica, por su parte, el que IDIVAL presentó en la edición de 2018. "Nuestro proyecto se basa en una vacuna con nanopartículas de oro cargadas con un péptido de Listeria para proporcionar respuestas inmunitarias en el tratamiento o profilaxis del cáncer", apunta. "La vacuna se ha experimentado en ratones con melanoma, pulmón y gliobastoma, donde se ha visto la remisión total del tumor". En la actualidad, su equipo de investigación, liderado por la Doctora Carmen Álvarez Domínguez, se encuentra desarrollando el proyecto en su fase preclínica gracias a la financiación obtenida por el ISCIII dentro de la convocatoria DTS de 2018. Todavía siguen buscando a una farmacéutica que ayude a llevar la vacuna a Fase I. 

La visión de la investigación en España

 

Uno de los principales hándicaps de la investigación farmacéutica es, tal y como admiten los distintos agentes, que se trata de una inversión de altísimo riesgo. "Es realmente un campo donde la mayoría de proyectos no cristalizan en una solución terapéutica, en especial los que están en una fase de investigación temprana", apunta Antonio. "El número de trabajos de investigación que acabarán como un tratamiento es muy bajo", explica por su parte Patricia. "Podemos hacernos una idea con las cifras de nuevas moléculas que son aprobadas anualmente por la Agencia Europea del Medicamento (EMA): fueron 28 en 2016. La FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU) solo aprobó 22. Esto da una idea del coste que supone en investigación y desarrollo un nuevo fármaco que, además, puede tardar más de 12 años en llegar al mercado". 

Ante ese horizonte, el apoyo y la financiación a la investigación se convierten en fundamentales para sacar adelante nuevas soluciones. "La investigación biomédica en España es excelente, sin duda", apunta Amelia Martín. "Tenemos un nivel científico bastante alto, tanto en el nivel de preclínica como en el nivel clínico". 

"Es necesario ayudar a que la investigación en España, que es muy buena aunque en general temprana, avance hasta ese grado de madurez donde nosotros, otras farmas o distintas empresas de capital riesgo pueden entrar a invertir", explica Antonio Gómez. "Tenemos muy buena investigación académica pero nos falta dar el salto, avanzar un poquito más los proyectos que salen de la academia y llegar al siguiente punto". Patricia Zorrilla incide en los últimos avances. "La rápida adopción de la nueva legislación comunitaria sobre investigación clínica ha supuesto que España tenga muy buenas condiciones para albergar ensayos clínicos", apunta. "A esto hay que añadirle que contamos con uno de los mejores Sistemas Nacionales de Salud del mundo y con profesionales sanitarios altamente cualificados". 

Esa suma entre profesionalidad, esfuerzo, financiación y agentes como la Agencia de Medicamentos Innovadores, encargados de unir a todos los agentes, deriva en un aumento de las posibilidades. En más ensayos, más estudios y más patentes que desembocarán, con suerte, en la futura cura de millones de personas en todo el mundo. 

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