¿Qué se esconde tras la investigación de nuevos fármacos?

Los medicamentos innovadores aportan diversas ventajas en varios ámbitos; estos son los casos concretos


¿Qué aportan los fármacos innovadores?

 

Aunque gran parte de la población necesita algún tipo de medicamento, son pocos los que conocen lo que hay detrás de la industria e investigación de fármacos innovadores. Es cierto que son una inversión, pero lo que hay detrás de esos nuevos productos va más allá del desembolso de dinero inicial por parte de los sistemas sanitarios. 

 

La industria farmacéutica funciona como una apuesta a medio y largo plazo, y las nuevas opciones de fármacos traen consigo un efecto secundario muy positivo en la sociedad: ahorran costes tanto en el sistema sanitario como en la estructura productiva de cada país. Sin embargo, el tiempo de espera hasta notar esos resultados hace que muchas veces pasen inadvertidos. Hasta ahora, no ha existido una dinámica que relacione de forma directa los ahorros con los efectos positivos de los fármacos innovadores. 

 

¿Existen ventajas para la sociedad?

 

El ahorro que supone la innovación médica es enorme, pero poco conocido, y se divide en varias vertientes fáciles de entender; por ejemplo, que la mejora de tratamientos evita hospitalizaciones y reduce las consultas, además de las bajas y el absentismo laboral. Todo ello deriva en una mejora de la productividad. En el sentido social, actúa reduciendo o evitando la carga de cuidados de dependencia en el hogar. 

 

"Un año de vida ganado proporciona cuatro puntos de ganancia para nuestra economía"

 

Estas conclusiones, extraídas del informe El valor del medicamento desde una perspectiva social, elaborado por la fundación Weber, sirven para demostrar el análisis de los medicamentos innovadores en distintas vertientes. 

 

"Pocas personas saben que por cada euro que se invierte en nuevos medicamentos el sistema público de salud puede ahorrar entre dos y ocho euros, o que un año de esperanza de vida ganado, que en un 70% se debe a la innovación farmacéutica, proporciona cuatro puntos de ganancia para nuestra economía", explica Humberto Arnés, director general de Farmaindustria. "Considerar el medicamento innovador como una inversión, y no como un gasto, es ya una necesidad". 

¿Sabías que...

por cada euro invertido en nuevos medicamentos, el sistema sanitario de un país puede ahorrarse entre dos y ocho euros?

¿Puede el ahorro superar el gasto en medicamentos?

Los ejemplos en los que se da lo que los expertos llaman "efecto compensación" son numerosos. En ellos, "el ahorro en costes que generan las innovaciones farmacéuticas es superior al gasto adicional que supone su adquisición, generando ahorros netos a la sociedad o al sistema sanitario", tal y como explican los autores del informe mencionado. Varios estudios internacionales corroboran la existencia de dicho efecto compensación, con unos ratios de ahorro neto de entre 2,8 y 8,3 veces el gasto adicional. En el gráfico se puede observar el ejemplo español, con un incremento del 10% en el gasto farmacéutico en un periodo concreto: 

Es un caso, pero hay muchos más. Un estudio publicado en 2011 en Irlanda, por ejemplo, muestra que el uso de un anticuerpo monoclonal en pacientes con asma severo durante medio año logró un ahorro equivalente a más de 800 euros por paciente, 2.400 euros contemplando costes sociales, incluyendo recursos sanitarios y bajas laborales atribuidas de forma directa a la dolencia. 

 

Otro de los ejemplos más revolucionarios fue el del VIH: los antirretrovirales en Estados Unidos redujeron a la mitad el gasto hospitalario de los pacientes y aumentaron su esperanza de vida en 13,4 años de media.

Ejemplos concretos

cardiovasculares

 

La introducción de nuevos medicamentos antitrombóticos supone un ahorro a corto y a largo plazo, tal y como demostró el caso del National Health Service británico: aplicar un tratamiento anticoagulante a pacientes con fibrilación articular redujo el gasto en 412 libras por paciente a corto plazo, y de 2.408 a lo largo de su vida.

ONCOLOGÍA

 

Respecto al cáncer, los tratamientos oncológicos producidos en Estados Unidos entre 1989 y 2005 evitaron 1,55 millones de días de hospitalización en 2013, lo que se traduce en costes de 4.800 millones de dólares en un año. En Canadá, las nuevas terapias ahorraron 1,7 millones de días de hospitalización, con una reducción de gasto de 4.700 millones de dólares en el año 2012.

esclerosis múltiple


Aplicar terapias innovadoras a una muestra de pacientes se traduce en un mayor coste del tratamiento, aunque se compensa por ahorros en costes sanitarios directos de un 64%, un total de 2.595 euros por paciente. De este, un 69% son costes sanitarios directos, y un 31% se relacionan con las bajas. 

vacunas

 

Es uno de los ejemplos más importantes: según el informe Weber, la erradicación de la viruela ha evitado 40 millones de muertes en el mundo, con un ahorro de 2.000 millones de dólares anuales. En países desarrollados, el ahorro supone 44 veces el coste de vacunación. 

¿Cuál es la clave?

Para conseguir ahorro en costes sanitarios, hay un factor imprescindible: la adherencia al tratamiento, que se hace todavía más necesaria en pacientes crónicos. Aunque resulta más caro en cuanto a gasto farmacéutico, los costes sanitarios totales se reducen gracias a la disminución de visitas médicas, hospitalizaciones y urgencias. En España, el Plan de Adherencia al Tratamiento estima que aumentar en un punto porcentual el nivel de adherencia evitaría un gasto sanitario directo de más de 8,5 millones de euros, hablando del caso concreto de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). 

Las ventajas de la implantación de nuevos medicamentos superan con creces el coste inicial, tanto a nivel monetario como en calidad de vida para los pacientes. Hospitales menos masificados, bajas más cortas, menor gasto sanitario a medio y largo plazo y mejora de productividad de los países, entre otros muchos factores, ponen en relieve la importancia de invertir en investigación y desarrollo de medicamentos innovadores. 

Proyecto realizado por Bluemedia Studio con el apoyo de Farmaindustria