Así nacen los vinos más premiados

La familia García Carrión ha crecido de proyecto familiar a internacional, con una decena de bodegas con Denominación de Origen. Viña Arnáiz, ubicada en pleno corazón de Ribera del Duero, es una de las joyas de la corona.


El corazón de la Ribera del Duero se extiende más allá de donde alcanza la vista, casi como un territorio mágico. Miles de viñedos se alinean con naturalidad en el terreno, donde son protagonistas los tonos verdes y pardos.   Un edificio observa, desde lo alto, todas esas hileras que dan vida a una de las Denominaciones de Origen más valoradas de nuestro país: la bodega Viña Arnáiz. Situada en el término municipal de Haza, en Burgos, es el mejor homenaje a Juana de Haza, noble de Castilla y pionera en el arte de cultivar vinos. Su fortaleza, desde la que observaba el crecimiento de las uvas, acoge ahora uno de los núcleos de producción del grupo García Carrión.   Viña Arnáiz es una de las diez bodegas con Denominación de Origen de las que puede presumir la familia García Carrión. Elegante e imponente, preside 155 hectáreas en las que se cultivan la tradicional Tinta del País, Cabernet Sauvignon y Merlot. En su interior guarda, como el mejor de los secretos, un total de 5.746 bodegas bordelesas de roble americano y francés que dan reposo y crianza a unos caldos de carácter marcado; la producción, 18 millones de botellas al año, asegura una presencia ineludible en el mercado vinícola español.

Un nexo entre la tradición y la innovación

La bodega Viña Arnáiz presenta una construcción de estilo castellano levantada en el año 2000, y aúna la tecnología más moderna con el respeto a los sistemas tradicionales, lo que permite a García Carrión lucir por todo lo alto el emblema y orgullo de Ribera de Duero

Modernidad sin fallar a los sistemas tradicionales

Un sistema que garantice el mejor resultado tiene que ir de la mano con las mejoras más tecnológicas, pero también con puntos de tradición que den al producto una personalidad afianzada durante años.   Por ello, desde García Carrión aúnan ambos conceptos: por un lado se utilizan contenedores de acero inoxidable que aseguran una temperatura óptima a cada tipo de vino, además de un sistema informatizado de medición que controla hasta el último detalle. En la tradición siguen mandando la madera de roble, el tiempo de crianza y el proceso personalizado. Toda una mezcla que tiene como resultado el mejor producto.

Tecnología al servicio del vino

  Controlar la entrada de las uvas con un sistema SAP que permite desde elegir el tipo de depósito hasta consultar el estado de la producción a tiempo real, iluminar la sala de barriles con fibra óptica en un total de 1.340 puntos de luz de bajo consumo o guardar la uva en depósitos de acero inoxidable a la temperatura exacta. La tecnología más avanzada está presente en Viña Arnáiz tanto en el proceso de selección como en el lavado, taponado, etiquetado y paletizado para asegurar el mejor resultado.

Fieles a las raíces

  El respeto a los sistemas tradicionales es una virtud que, desde García Carrión, se respeta al dedillo. Desde el cultivo de la uva y la importancia por la materia prima hasta los tiempos de crianza o el tipo de roble utilizado en las barricas, que juntan 150.000 litros, pasando por el aprovechamiento del clima: la temperatura en la Ribera de Duero, por ejemplo, asegura la diferencia de temperatura entre el día y la noche, vital para la maduración de la uva.

Un entorno privilegiado

"A Viña Arnáiz se entra por una alfombra roja", se escucha en broma justo antes de que, de visita a la bodega de Haza, el coche de transporte entre en una carretera de tierra en tonos tintos. A lo lejos se vislumbra un edificio imponente, en el que Pepe García Carrión y Fala Corujo pusieron toda su ilusión hace casi dos décadas, y que desde su inauguración ha crecido hasta una producción de 18 millones de botellas al año.

Viña Arnáiz se amplió en 2005; entre otras cosas el crecimiento se estableció para dar salida a la cantidad de uva, que se reinventó en un joven roble de 3, 6 o 9 meses. Pero la joya de la corona es el vino premium, con uva de primerísima calidad tratada mediante recursos naturales; el proceso se puede sentir e incluso oler en cada una de las estancias. Plantación, recogida, depósito, tratamiento, reserva, embotellado, paletizado... todo tiene lugar dentro del recinto de Burgos.

Pero la bodega no se queda en eso. Cuenta también con un mirador, con dos salones desde los que se vislumbra la extensión de los viñedos, con un patio interior que precede la cadena de producción. Está construida como si de un templo al vino se tratase, invitando a degustar el caldo final tras observar su nacimiento y maduración paso a paso.

Cuestión de vinos

Los nombres propios

  El Grupo García Carrión cuenta con una decena de bodegas repartidas por todo el territorio nacional, pero ese no es el único mérito que se les atribuye. Además de su extensión, son pioneros en agrupar ocho denominaciones de origen bajo un sello como Pata Negra, reconocido a nivel mundial y que ha sido premiado ya en más de un centenar de ocasiones.   Aunque Viña Arnáiz se vuelque en la producción de D.O. Ribera, también cuenta con una producción que abarca las Denominaciones de Rueda y Toro. Estos son los nombres más destacados de la bodega.

Gran reserva 2011

Combina uvas Tempranillo, Merlot y Cabernet Sauvignon con 36 meses de permanencia en barrica de roble francés y 24 en botella. Ricos e intensos aromas a arándanos y moras negras combinan de forma elegante con un fondo de especias, vainilla, chocolate amargo y puro. Equilibrado y con una infinidad de matices, combina a la perfección con quesos curados e ibéricos.

Reserva 2014

Tempranillo, Merlot y Cabernet Sauvignon combinadas en un vino de 18 meses en barricas de roble francés y 18 meses en botella. Su color, un intenso rojo burdeos de capa media alta, adelanta un aroma a principio de fruta roja, amarena, grosella y ciruela, seguido de regaliz, incienso y vainilla. un vino completo y equilibrado perfecto para barbacoas y parrillas.

Roble 2017

Con uva Tempranillo, Merlot y Cabernet Sauvignon, se ha criado durante seis meses en barricas nuevas de roble francés. Cuenta con notas de cata expresivas, jóvenes y frutales, con toques de bayas rojas, grosella y cerezas. Es perfecto para acompañar aperitivos, copeo, embutidos, quesos semicurados y carnes rojas sobre guarnición mediterránea.

Crianza 2015

Una conjunción de uvas Tempranillo, Merlot, Cabernet Sauvignon con 14 meses en barrica de roble francés. Complejo y de alta intensidad, con fruta roja y toques a romero, aporta un retrogusto largo y persistente a pesar de su frescura y equilibrio. Mejor si se combina con tablas de quesos, carnes a la brasa o especiadas y cochinillo al horno.

Un grupo líder

Grupo García Carrión

García Carrión es un grupo empresarial multinacional que cuenta con una de las estructuras industriales más vanguardistas; una empresa de cultura familiar que, desde finales del siglo XIX, ha creado un modelo de negocio de éxito con varias líneas de diversificación en productos de alimentación. Su apuesta por la agricultura española es uno de sus principales compromisos, y le ha otorgado el éxito dentro y fuera de nuestras fronteras gracias a la calidad de sus productos y a su fuerte presencia en el mundo del vino.

En el campo enológico, la compañía está presente en 10 denominaciones de origen con bodega y viñedos propios; en su haber: Jumilla, Rioja, Mancha, Ribera, Penedés, Cataluña, Rueda y Valdepeñas. Esta política de expansión le ha servido este año para cosechar más de 140 galardones entre todos sus caldos.

A nivel de volumen, García Carrión es la primera bodega de Europa y la cuarta del mundo, con una producción neta de 39,2 millones (de cajas de 9 litros).  La presencia internacional es sólida: actualmente, la compañía se ha asentado en los principales mercados mundiales, con presencia comercial en 155 países.

Realizado por BlueMedia Studio para García Carrión.