Concurso literario de Coca-Cola: Así son sus ganadores

Los participantes a lo largo de los años rememoran su experiencia en el Concurso Jóvenes Talentos de Coca-Cola, uno de los más famosos y longevos de España


Pedro, Rosana y Aida tienen edades diferentes, profesiones de lo más dispar y ni siquiera viven en la misma ciudad. Sin embargo, todos tienen algo en común: en su adolescencia fueron los ganadores nacionales del Concurso Coca-Cola Jóvenes Talentos de Relato Corto, una competición que en la actualidad sigue premiando a chavales de entre 13 y 14 años en toda España. 

Desde su desembarco en nuestro país, hace ya 65 años, la actuación de Coca-Cola ha estado marcada, en gran parte, por su compromiso hacia la literatura nacional. Muestra de ello es el llamado, en un primer momento, Concurso Nacional de Redacción, una referencia que gran parte de alumnos y colegios de toda España recuerdan y que, hoy en día, sigue en activo y al alcance de cualquier colegio que quiera participar, independientemente de su naturaleza.  


Las estadísticas son la mejor manera de mostrar su popularidad: El primer año en el que se lanzó, la participación rondaba el millar de personas; en esta década, la media de participación se sitúa en 400.000 alumnos


Es una actuación concreta, por supuesto, si se tiene en cuenta la amplitud de la acción de Coca-Cola en nuestro país durante estos 65 años. No obstante, muestra de forma clara las líneas de Coca-Cola en España: capacidad de actualizarse, de adaptarse a cada época durante casi seis décadas y de apoyar campos que trascienden a la calidad del producto.  

 

Son los distintos docentes, algunos con décadas de experiencia, los que siguen volcados en que sus alumnos participen en el Concurso Coca-Cola Jóvenes Talentos – Premio de Relato Corto (CJT) año tras año, aprendiendo también de ese avance. 

LOS PROTAGONISTAS

Charlamos con distintos perfiles de ganadores y ganadoras a lo largo de los años para llegar a una conclusión: la experiencia marcó sus vidas de forma muy positiva. Estas son sus historias. 

pedro javier pardo



Premio Nacional en 1978


Hace 40 años, Pedro se hizo con el Premio Nacional de Literatura de Coca-Cola, pero habla de la experiencia como si hubiera sucedido ayer. Con certeza, describe sus sentimientos: "Parecía ciencia ficción, otro mundo". Desde luego, le cambió la vida; entregado a la literatura desde su infancia, ser ganador le dio confianza suficiente para dedicar su vida a ello. Hoy es profesor de Filología Inglesa en la Universidad de Salamanca. 

rosana aragón plaza


Premio Nacional en 2001

 

Viajar ha sido siempre una de sus pasiones; tanto, que insistió en volar a Nueva York como premio, sin miedo a pesar de que los atentados del 11-S todavía resonaban en la memoria de todos. Años después, ha dedicado su vida a un trabajo que le permite moverse por el mundo. Aunque sigue redactando, echa de menos dedicar tiempo a su faceta más literaria. En la actualidad, es responsable legal en el Banco Central Europeo.  

aida Valls Suller


Premio Nacional en 2005

El reconocimiento obtenido fue un empuje para que Aida desarrollase su creatividad durante el resto de la Educación Secundaria; tanto, que después del premio Coca-Cola siguió presentándose a distintos concursos de literatura. Sin embargo, pronto supo que quería desarrollar su inteligencia por distintos caminos. Hoy en día es doble titulada en ingeniería industrial y mecánica, y trabaja en una multinacional en Barcelona. 


“Tenía 14 años, medía 1,64 y de repente me pasó algo que me cambió la vida”. Son las palabras de Pedro Javier Pardo, ahora filólogo y profesor titular en la Universidad de Salamanca. En 1978, fue ganador nacional en el Premio de Relato Corto del Concurso Coca-Cola Jóvenes Talentos, una convocatoria que, cada año desde hace casi seis décadas, hace que miles de alumnos de toda España vuelquen su creatividad con bolígrafo y papel.

 

También lo fue Rosana Aragón Plaza, que en 2001 obtuvo el reconocimiento como ganadora nacional, algo que le abrió las puertas a un mundo con el que ahora trabaja: es responsable del departamento legal dentro del Banco Central Europeo.

 

Aida Valls es ingeniera -"siempre he sentido especial curiosidad por la ciencia y la tecnología"-, pero asegura que ganar el concurso en 2005 incentivó su desarrollo en la escritura y, en la actualidad, la literatura sigue siendo una parte esencial de su vida. "Nunca he dejado de leer de manera continua", explica. 


Sin embargo, destaca un punto del concurso por encima de todos: los amigos que hizo a partir de él. "Supuso una motivación para seguir escribiendo durante mi adolescencia, pero fue una experiencia inolvidable también por los buenos momentos compartidos con la familia, los amigos, los profesores y las nuevas amistades que se formaron en el concurso. Estoy muy contenta de poder haber formado parte de él", apunta. 


Echando la vista atrás, todos los ganadores –la edad actual es lo de menos- coinciden en un punto: la experiencia hizo que su día a día diera un vuelco.

LOS RECUERDOS

Un concurso pionero

Han sido ya 58 años de los 65 que Coca-Cola celebra en España, pero los ganadores de las primeras ediciones siguen recordándolo con claridad. “En el colegio, mi profesor Don Ignacio nos comentó que había un concurso de Coca-Cola, y me seleccionó como candidato para viajar hasta Cuenca”, cuenta Pedro Javier Pardo. “Un sábado por la mañana íbamos a un colegio con una sala enorme, abrían un sobre donde había un tema y tenías tiempo de hacer la redacción”. Con una sonrisa, rememora el conflicto que supuso con su mayor afición por entonces: El baloncesto. “Teníamos partido aquel día, y el final se solapaba con el inicio de la prueba. Uno de nuestros profesores estuvo dando palique a los organizadores para que mi amigo y yo tuviésemos más tiempo”, recuerda.

 

Como él, muchos otros alumnos pasaron año tras año por aquellos puntos de reunión abarrotados. El procedimiento nunca ha variado y sigue siendo el mismo hoy en día: en el momento, un sobre determina el tema que se desarrollará dentro del aula.

Pedro Javier Pardo (izquierda) y Ana María Marco (centro) fueron los ganadores del concurso de literatura en 1978.

Rosana Aragón tiene el título grabado: Nuestro ideario para el siglo XXI. Adaptado a los tiempos, hizo a aquellos adolescentes reflexionar acerca del paso que suponía la entrada a un nuevo milenio. "Utilicé la referencia de un niño que salía a pasear y, de forma metafórica, relacionaba las escenas que se iba encontrando con el camino que tomaba la Humanidad", evoca. "Terminaba el texto con una paloma blanca, un símbolo muy importante en mi tierra natal, Málaga; representa la paz y la esperanza, y está por todas partes". 

 

La referencia de Rosana fue Picasso, y Pedro recuerda, entre risas, que citó a Vicente Aleixandre en 1978; la redacción, en aquel año, llevó por título ¿Es posible conservar la naturaleza a la vez que se favorece el desarrollo industrial? y, desde luego, dio que pensar. "Leía mucho, y que usase un vocabulario tan desarrollado debió resultar chocante", comenta. "Conté una historia alegórica en la que una mujer representaba la naturaleza; bastante apañada para un chico de 14 años".

 

Aída, participante mucho más actual, también recuerda la suerte de eslogan a seguir en su convocatoria: Tu vida es una aventura, ¡actívala!. "Ese año, se decidió enfocar la temática en la importancia de la actividad física y la vida saludable", comenta. 

 

Además del tema del concurso, todos los participantes recuerdan también sus apariciones en prensa, los amigos que hicieron o el premio, que marcó un punto de inflexión en sus vidas. De hecho, todavía conservan documentos gráficos. 

 

 

LOS PREMIOS

Experiencia

inigualable

Tras la prueba escrita, en la que participan miles de jóvenes de toda la geografía española, los 17 ganadores autonómicos y los cuatro del concurso en otras lenguas disfrutan de la Experiencia Coca-Cola. ¿En qué consiste?

Los distintos premios

 

13.000 jóvenes de España, 3 fases y 21 finalistas. Son las cifras actuales del Concurso Jóvenes talentos de Coca Cola, que sigue muy vivo en los colegios de toda la geografía nacional.

 

Tras la celebración de la conocida prueba escrita, los relatos pasan por dos fases: provincial y autonómica. Tres finalistas de cada provincia se derivan al Jurado Autonómico, que decide los 17 ganadores de cada Comunidad y los cuatro del concurso en otras lenguas -catalán, balear, gallego y euskera-. A partir de ese punto, comienzan a concederse los premios. 

Experiencia Coca-Cola

Los 21 ganadores, tanto autonómicos como de otras lenguas, tienen la oportunidad de viajar durante una semana a Madrid para disfrutar de un sinfín de actividades, master classes, talleres e iniciativas junto a sus compañeros de edición, en una experiencia inolvidable donde divertirse, aprender y mejorar en la escritura. 

Curso de escritura creativa  

Además de la Experiencia Coca-Cola, tanto el ganador nacional como los dos finalistas disfrutan de un curso de escritura creativa, de dos cuatrimestres de duración e impartido por profesionales reconocidos en una prestigiosa escuela literaria, seleccionada en cada edición por la organización del Concurso. 


Los finalistas de cada provincia, por su parte, también reciben un premio, que depende del orden de clasificación asignado por el jurado. Así fue la última Experiencia Coca-Cola en Madrid de los ganadores en la última edición. 

 

 

EL CONCURSO

Un tema para                cada época

Desde los años sesenta a la actualidad, el Concurso Coca Cola Jóvenes Talentos - Premio de Relato Corto ha girado en torno a temas de lo más variado: Medio ambiente, enfoque periodístico, distintas palabras perfectas para estimular la creatividad, amor por el deporte... eso sí, siempre adaptados a la actualidad y el contexto.

El tema sobre el que giraba cada una de las redacciones también se ha adaptado al contexto del momento, además de hacer especial hincapié en asuntos de actualidad, como las inquietudes medioambientales. De hecho, Pedro Javier recuerda cómo, en 1978, hiló el tema ¿Es posible conservar la naturaleza al tiempo que se favorece el desarrollo industrial? a una alegoría en la que representaba a una chica como la Naturaleza. "Había un chico que estaba enamorado de ella, pero entonces la naturaleza era destruida", rememora. 

Ese giro medioambiental se compartía, durante los años setenta, con el enfoque periodístico que se lanzó de forma casi paralela. Fue en los ochenta cuando comenzaron a proponerse temas generales, algo que continúa la línea de las primeras ediciones; en ese momento, el cambio de sistema educativo hizo que los participantes cursaran 8º de EGB. 

Ya en los noventa, con los estudiantes cursando 2º de la ESO, las bases del concurso comienzan a ser más extensas: derecho de propiedad intelectual, aparición en medios de comunicación, cuidado en la presentación de los trabajos... un concepto nuevo que alcanza su culmen en los 2000, con la integración de alumnos con necesidades especiales de mano de la ONCE. Los asuntos, cada vez más sociales, se desarrollaron en colaboración con asociaciones como WWF, Cruz Roja o Intermon Oxfam. 

Las dos últimas décadas han servido para acercarse a un concepto de relato corto, más contemporáneo; en la pasada, por ejemplo, se añadió durante algunos años una vertiente de vídeo relato. 

 

Y desde entonces hasta ahora, la emoción sigue vigente como el primer día. Son muchos los que participaron en el concurso y ahora siguen entregados a las letras -resuenan nombres tan conocidos como Antonio Muñoz Molina, Lucía Etxevarría, Federico Jiménez Losantos o Encarna Samitier-; solo queda esperar a todos los que, comenzando con un relato, seguirán después sus pasos. 

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